Os voy a contar un poco más sobre mí, Maru. Tengo 21 años, en octubre cumpliré los 22. Acabo de terminar el Grado de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Sevilla, aunque aún me queda algún asuntillo pendiente (ejem, el TFG, ejem). Soy la más pequeña de esta oficina, cuya media de edad es joven; no llega a los 40 años.
Cuando en Adurbe vieron mi solicitud para la entrevista se sorprendieron un poco. Según me han contado mis compañeros, uno de ellos dijo que “podría ser mi padre”.
Más o menos por la fecha en la que yo hacía la comunión y viajaba a Disneyland París ilusionadísima por coger un avión, en la empresa ya estaban empezando a trabajar como especialistas en accesibilidad.
Si lleváis siguiendo la actividad de Adurbe un tiempo, seguramente hayáis sido testigos de muchos avances y mejoras internas.
Como os imaginaréis, yo no conocía esta empresa cuando nació. Pero cada día voy descubriendo nuevas características de ella porque, como si estuviera hojeando un antiguo álbum de fotos familiar, a veces encuentro archivos de la antigua imagen de Adurbe: de sus colores, tipografía o estilo.
Adurbe ha ido creciendo a la vez que yo, y lo sigue haciendo. Y ahora yo misma me voy encargando de su estilo cada día un poquito más. No sé si os habréis fijado en nuestra web, que “está pasando por chapa y pintura” gradualmente. ¿Creéis que se parece visualmente a sus inicios? A mí me parece que está mucho más moderna, -o al menos es lo que estoy intentando conseguir-. Pero, como he dicho, estamos haciendo pequeños cambios poco a poco.
Cuando empecé a trabajar aquí me agobiaba pensar que tenía que cambiar muchas cosas y todas tenían que estar bien. Lo quería todo perfecto desde ya, desde el primer día. Ese nivel de autoexigencia cuando apenas conoces el terreno, es un poco estresante. Pero conseguí relajarme un poco. Recordé una cita de Will Smith que dice así: “No intentes construir un muro. No empieces un día y digas ‘Voy a construir el más grande y colosal muro que jamás se haya construido’. Di ‘Voy a colocar este ladrillo tan perfectamente como un ladrillo puede ser colocado’. Haz esto todos los días, y pronto tendrás un muro”.
Creo que sirve mucho como filosofía de vida, tanto personal como de empresa. Por eso, ahora que trabajo en Adurbe espero construir el mejor muro que me sea posible ladrillo a ladrillo, y que tú lo veas. Aunque, claro, ¡no espero construir un muro literalmente!